Que el coche sea moderno o eléctrico... no debe significar que sea un adefesio. El diseño de producto en los nuevos vehículos.
Ya era hora de que tratáramos el diseño de producto en nuestro blog. Escribimos este artículo a partir de una noticia aparecida en El Confidencial sobre el diseño en los vehículos que serán el futuro y que servirán para desplazarse a nuestros hijos. Porque creo que nosotros, al paso que vamos no lo veremos. El futuro cada vez se aleja más en el tiempo y los coches voladores con los que soñábamos de pequeños se van convirtiendo en una quimera… ¿o no?
En todo caso, en el artículo tratan sobre el coche Teorema (que gran naming, por dios!) de la marca Pininfarina (que mal naming, por dios!). Y la verdad es que es espectacular y revolucionario:
Se trata de un vehículo que incorpora la carga de pasajeros por la parte trasera del vehículo y que se haría de pié. Prescinde de elementos de control habituales, como es de esperar en un vehículo que se supone eléctrico y de conducción autónoma. Es también un coche que elimina el espacio central (donde se supone que estaría el motor). Y a nivel de diseño de producto, nos parece una pasada en cuanto a colores, texturas, interiores, etc…
Sin embargo, no supone algo tan revolucionario como pueda parecer. A los amantes de la ciencia ficción les va a resultar algo más llamativo este otro diseño de producto, inspirado en la película Tron Legacy, y que es relativamente fácil de recrear:
Por cierto, una banda sonora de puro lujo. También a los amantes de la SCI-FI conocen muy bien la propuesta de AUDI en «Yo Robot», en la que Will Smith maneja una maravilla que podemos ver destruyéndose en una escena mítica. No me imagino al ingeniero creador de esta maravilla diseñando un producto tan elegante para verlo de esta manera:
En el artículo también se habla de la falta de imaginación de las «nuevas» marcas de coches eléctricos para diseñar productos realmente rompedores. Incluso en el «Teorema» del artículo persisten elementos propios del coche de motor actual: maletero, frontal, disposición de los asientos… Y es que quizás su objetivo es seguir vendiendo. Un coche demasiado rompedor para su época puede ser un completo desastre a nivel de ventas. Por muy buen coche que sea.
En todo caso, el diseño de producto ha de servir a la funcionalidad del mismo. No puede suponer en ningún caso un problema para el mismo. El conocidísimo (por la saga Regreso al Futuro) Delorean es un ejemplo claro y práctico de lo que un diseño desacertado puede suponer para el fracaso de un proyecto: 8500 unidades de un modelo de 1981 que pasó sin pena ni gloria por el mercado mundial.
En todo caso, esperemos que los coches del futuro no sean así: